Quiero saber para qué me salvóMuestra

Dos representantes, dos imperios

Dos representantes de la humanidad: uno por una transgresión, puso a todos los hombres en el imperio de oscuridad, muerte y pecado; y el otro, por su obediencia puso a todos los hombres en una nueva realidad de vida, del Espíritu de Dios, una nueva operación de una nueva creación aquí en la tierra. De eso nos tiene que salvar Dios, de una jurisdicción en el espíritu, de una forma de operar, de una manera que nos gobierna internamente, de eso nos salva. 

Y lo que ahora somos en Cristo, lo expresa Pablo: nos dio vida juntamente con Cristo aunque estábamos muertos. Esa era nuestra realidad sin Dios, por la transgresión de Adán, estábamos en muerte. Pero aparece Dios en escena para que cambien las cosas. Nuestra realidad, es que estábamos en una jurisdicción de oscuridad y de muerte, pero Dios… ¡no es la religión, es Dios! 

• Pero, Dios, que es rico en misericordia, que en un solo día compró a los hombres para que puedan ser sus hijos. 


• Dios, es tan rico en misericordia, que en un día compró la libertad de todos los esclavos del pecado. 


• Dios, que es rico en misericordia, en un solo día lavó todos los pecados del mundo. 


• Dios, que es rico en misericordia, pagó en un solo día para que pudiera haber una nueva tierra y un nuevo cielo. 


• Dios, es tan rico en misericordia, que iluminó esta tierra que estaba llena de oscuridad. 


• Dios, es tan rico en misericordia, que cambió el lamento en baile. 


• Dios, es tan rico en misericordia, que cambió la ignorancia en sabiduría. 


• Dios, es tan rico en misericordia, que cambió la muerte en vida; tan rico que cambió el llanto y tristeza, en júbilo y alegría; cambió la injusticia en justificación; cambió la ignorancia en sabiduría; cambió la desesperanza en fe; el cansancio en reposo, la maldad en bondad, la mentira en verdad, el odio en amor.  

¡Cambió nuestra vida, por su vida! Eso pasó en la cruz, mi vida fue puesta allí y su vida ahora es puesta en mí. Hizo una justificación. Dios es rico en misericordia. La diferencia es que Dios apareció en escena.