Experimentando la bondad de DiosMuestra

Caminando en su bondad

El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus obras (Salmo 145:17).

Vemos reflejada la bondad de Dios en nuestras vidas, ya que siendo aún pecadores y muchas veces actuamos con injusticia, el gran amor de Dios nos sustenta todos los días.

La viuda de Sarepta se encontraba en una posición difícil, solo le quedaba un puñado de harina para comer ella y su hijo.

Se encontraban sin empleo, escasos de alimento y sin esperanza.

Dios en su infinita misericordia envía a Elías como portador de su presencia y una palabra de Dios que le mostrará ánimo y esperanza en medio de su situación (1 de Reyes 17:8-16).

A menudo experimentamos situaciones donde nos encontramos tristes y pensamos que estamos sin esperanzas o sin ánimos para seguir adelante.

Al experimentar fuertes situaciones, crece nuestro nivel de inseguridad. Pensamos que nos desmoronamos o caminamos sobre aguas movedizas.

No obstante, en esos momentos que creemos de debilidad es donde Dios se muestra a nosotros para recordarnos que Él está en control de nuestra vida.

Una visita de Dios cambia no solo nuestra manera de vivir, nos da ánimo y esperanza para continuar y sobreponernos a las situaciones que pensábamos que iban a poder contra nosotros.

La bondad de Dios nos permite vivir todos los días sabiendo que tenemos de nuestra parte su fidelidad, comprendiendo que debemos poner nuestra confianza en Dios, quien nunca nos abandonará ni nos desamparará.

Tenemos familia, amigos, conocidos; ellos son herramientas que Dios utiliza para mostrarnos su bondad.

Reflexión: ¿En qué áreas de tu vida estás experimentando la bondad de Dios?