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EL MESÍAS/ PRINCIPE DE PAZ

“Será su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de Paz. Se
extenderán su soberanía y su paz y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David Y
sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud. Desde ahora y para
siempre. Esto lo hará el ardiente amor del Señor todopoderoso” (Isaías 9:6-7).

La raíz de la palabra príncipe viene de la palabra primero y significa; El primero que recibe el gobierno en herencia.

Príncipe de Paz, heredero del gobierno de la paz. Gobernará y su reinado y su paz no tendrán límite. Podemos pensar que esto será en tiempos futuros viendo como están las cosas por este conflictivo mundo. Pero también podemos pensar en el suceso supremo que celebramos hoy, y reconocer lo que el Mesías consiguió para nosotros en la cruz.

Hoy es Domingo de Resurrección, hoy se desvelan las dudas, ¡Es cierto, Jesús es el Mesías esperado! Se cumplieron las profecías, ¡El Salvador nació, murió y resucito! Sus amigos están llenos de gratitud, amor y asombro, asimilando todas las cosas que el Mesías les dijo que sucederían. Su reinado ya comenzó y no tendrá limite. Él gobierna con justicia y rectitud, trayendo paz autentica e inagotable a su reino.

Parece mentira, ¿verdad? Parece un cuento de príncipes y princesas. Pero no lo es, es verdad, el Mesías ya está gobernando, y su paz se extiende por todas las partes de esta tierra de manera incontrolable. Su paz está transformando vidas que contagian a otras vidas. El problema es que los errores siempre se escuchan más fuertes. Las batallas siempre hacen más ruido. Pero si tú eres del reino del Mesías, si el Príncipe de Paz es tu Señor, es porque su paz te alcanzó, entonces sabrás que no es un cuento, que su paz transformó tu llanto en baile y el temor en esperanza. No tengo que preguntarte, es así, tu vida cobró otro valor desde que su paz trajo una nueva manera de ver y pensar en la vida.

El Príncipe de Paz dijo en sus últimos tiempos en la tierra: “En el mundo tendréis aflicción, pero confiad, yo he vencido al mundo”. Y es que, desde su gobierno, nos dio dirección para no perder la paz, esa paz que sobre pasa todo entendimiento, pero que no nos libra de la lucha diaria contra el mal.“Mi paz os dejo, mi paz os doy, pero mi paz no es como la paz que da este mundo”. No es una paz que excluye conflictos, es una paz que perdura, que protege, que renueva las fuerzas en medio de las batallas. Mi paz gana sobrenaturalmente cualquier batalla o conflicto al que se vean sometidos los míos. Mi paz siempre gana a otras almas. Mi paz es la paz que todo ser humano desea, pero que no pueden alcanzar, si no vienen a dejar sus vidas al pie de mi cruz. Mi paz es para todos, pero no todos quieren vivir bajo mi gobierno. Yo conquisté al que tenía poder para matar. Mi gobierno ya no tiene fin y mi paz tampoco. Mi deseo es que quieras aceptar mi paz, que decidas venir a mí y vivas bajo mi gobierno.

¿En qué reino vives? ¿Quién es tu Señor? Porque si piensas que nadie dirige tu vida te engañas, la mentira del diablo te envolvió. Decidir es tu libertad, decide vivir bajo el gobierno del Principe de la paz, o fuera de él. Su reinado no tendrá fin.