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Despertarse y rechazar la identidad de víctima

¿Has dejado de caminar, abrumado por el sufrimiento?

Dios es quien nos acompaña en los valles tenebrosos de la muerte, porque Él no quiere que muramos allí.

Nos coge la mano para que podamos caminar hasta salir de aquel lugar.

Es hora de volver a ponerse de pie, de cambiar de pensamiento, de dejar de sufrir las circunstancias y de rechazar la identidad de víctima.

Antes de que puedas volver a avanzar, primero debes renovar tus pensamientos y palabras.

Deja de quejarte, deja de echar la culpa a los demás y, en lugar de eso, fija tus ojos en Jesús, quien es tu ayuda.

Pídele al Espíritu Santo que te muestre cómo Él te ve, cuál es su perspectiva sobre tu situación.

Dios es quien te da el libre albedrío y puedes vivir los resultados de tus elecciones.

La amargura es un veneno que te paraliza. Toma la decisión de perdonar a los que te han hecho daño, no porque se lo merezcan, sino porque es el único camino a seguir.

Llora lo que ha muerto en tu vida para poder mirar hacia el futuro que Dios tiene para ti.

Empieza a confesar que Dios tiene buenos planes para ti y que está ahí para ti, que quiere ayudarte. Agradece de antemano lo que hará contigo.

Sale del aislamiento.

No te quedes solo, pide ayuda a los que te rodean.

A menudo, el sufrimiento, la ira o la tristeza te ciegan y te impiden ver la solución que tienes delante. Oro para que Dios ponga en tu camino a hombres o mujeres que sean un buen consejo para ti.

Amigo mío, es hora de levantarte y volver a la carretera. Es un camino que te aleja de tu pasado y te acerca al plan de Dios para ti.

Te dejo con esta cita:

"Si no puedes volar, entonces corre. Si no puedes correr, entonces camina. Si no puedes caminar, entonces gatea, pero no importa lo que hagas, tienes que seguir adelante" (Martin Luther King Jr).

David Théry
Enseñanzas prácticas para experimentar a Dios