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Unos a otros

DÍA 8 DE 12

Sabiendo quién era

Muchos han luchado por la igualdad en la historia. A nadie le gusta que le humillen o le pisoteen, y el deber de un cristiano es unirse a la lucha de justicia en el mundo y no permitir que nadie sea maltratado por ninguna razón. Todos somos hechos a imagen y semejanza de Dios. La sangre de Cristo costó igual para todos, da igual de donde vengan o lo que crean.

Sin embargo, cuando Pablo escribe a los Filipenses dice algo interesante y hasta chocante.

Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás. Filipenses 2:3-4

Parece una contradicción. Si Dios nos ve a todos por igual, ¿por qué tienes que ver al otro como más importante? ¿Qué diferencia hay en sentir que eres la suela de un zapato y considerar los intereses de otro más importantes que los tuyos?

Todo gira alrededor de una cosa, y esa es saber quién eres en Cristo Jesús. Cuando lo tienes claro, puedes servir en humildad a otros, poner tus planes a un lado y disfrutar del dar a los demás.

Tenemos el ejemplo de Jesús cuando lavó los pies de los discípulos.

Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía, se levantó de la cena y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego echó agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida. Juan 13:3-5

Es difícil imaginar lo que hizo Jesús porque no entendemos qué implicaba lavar los pies.

Lavar los pies era el trabajo más bajo, tan bajo que como no había un esclavo para hacerlo, no se iba a hacer. Ninguno de los discípulos se iba a rebajar a lavar los pies de uno de sus compañeros. Pero Jesús lo hizo, porque sabía quién era y había algo que era necesario hacer y nadie lo quería hacer.

Él tocaba los ojos de mendigos ciegos y las manos sangrientas de los leprosos, los pies sucios de los que más amaba. No le costaba.

  • Sabiendo que el Padre le había puesto todas las cosas en sus manos.
  • Sabiendo que de Dios había salido.
  • Sabiendo que a Dios volvía.
  • Se levantó de la mesa y empezó a servir.

Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho? Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy. Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis. En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió. Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis. Juan 13:12-17

Piensa por un momento en este mandato que nos da Jesús: “vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros".

Jesús termina diciendo que serás feliz si lo haces. Él recalca el gozo que viene en el dar y en el servir los unos a los otros.

¿Cómo puedes aplicar esta enseñanza a tu vida?

  • ¿Te sientes menos por tu trabajo? Si es así, repasa lo que Cristo hizo en la cruz por ti, su amor incondicional y tu posición en Él.
  • ¿Te sientes menos si alguien te pide algo que otro podría hacer? Si es así, repasa lo que Cristo hizo en la cruz por ti, su amor incondicional y tu posición en Él.
  • ¿Cómo podrías lavar los pies a alguien en el siglo 21? Decide hoy hacerlo.

Petición de oración:

  • Ora por un espíritu de humildad en tu vida y en tu iglesia.
Salmo del día
Te exaltaré mi Dios, oh Rey, y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre. Todos los días te bendeciré, y alabaré tu nombre eternamente y para siempre. Grande es el Señor, y digno de ser alabado en gran manera; y su grandeza es inescrutable. Una generación alabará tus obras a otra generación, y anunciará tus hechos poderosos. En el glorioso esplendor de tu majestad, y en tus maravillosas obras meditaré. Los hombres hablarán del poder de tus hechos portentosos, y yo contaré tu grandeza. Ellos proclamarán con entusiasmo la memoria de tu mucha bondad, y cantarán con gozo de tu justicia. Clemente y compasivo es el Señor lento para la ira y grande en misericordia El Señor es bueno para con todos, y su compasión, sobre todas sus obras. Señor, tus obras todas te darán gracias, y tus santos te bendecirán. La gloria de tu reino dirán, y hablarán de tu poder, para dar a conocer a los hijos de los hombres tus hechos poderosos, y la gloria de la majestad de tu reino. Tu reino es reino por todos los siglos, y tu dominio permanece por todas las generaciones.
Salmo 145:1-13
Día 7Día 9

Acerca de este Plan

Unos a otros

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Nos gustaría agradecer a Amistad Cristiana por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://www.amistadcristianamadrid.org/

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