Conoce tú por qué: encontrando y cumpliendo tu llamado Muestra

Llamada a adorar

La verdadera adoración celebra nuestros llamados. Tenemos el mayor privilegio para un ser humano: adorar al Dios vivo. El libro del Apocalipsis termina con la invitación: " «¡Ven!»; y el que escuche diga: «¡Ven!» El que tenga sed, venga; y el que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida" (Apocalipsis 22:17 NVI). Esto nos sostiene, refresca, nutre y fortalece, esta agua de vida, el único elixir verdadero que nos dará vida eterna de adoración.

La adoración es lo más importante que podemos hacer en la tierra. La gran frase de apertura de la Biblia: "En el principio Dios..." (Génesis 1:1 NVI), captura este punto de partida para toda adoración. Fue Su iniciativa. No podrìa adorarlo a menos que primero hubiera puesto ese deseo en mi corazón al permitir que Su Hijo cambiara mi vida. El principio fundamental de mi vida es que la confianza en Jesucristo lo cambia todo. La adoración es la manera en que, a través de esta extraordinaria calle de encuentro bidireccional, somos capaces de comunicarnos con Dios mismo. ¿Qué mayor vocación podría haber en nuestras vidas?

Pero quizás la mayor verdad es que podemos adorarlo donde quiera que estemos. No necesitamos ir a un lugar especial. A la mujer samaritana que conoció a Jesús en el pozo (Juan 4) se le dijo que los creyentes ya no tendrían que adorar en un lugar particular, Jerusalén, o de una manera particular, o en un momento particular. En cambio, adoraríamos "en el Espíritu y en la verdad" (versículo 24). Se abrió un mundo completamente nuevo. Podemos encontrarnos con Dios en cualquier lugar en cualquier momento, gracias a Su Espíritu, ¡incluso en el trabajo!