EL SABBAT Y LA GENEROSIDAD 

MEDITACIÓN

Todos anhelamos la santidad y la plenitud. Deseamos una vida llena de bondad y añoramos una sociedad “intacta”, para un mundo ideal. Los mandamientos del Sabbat incluyen más que la instrucción de guardar un día libre a la semana. Con el llamado a celebrar el Año del Jubileo, Dios da a su pueblo escogido un anticipo de lo que será la eterna santidad —un adelanto del Sabbat. 

El libro de Moisés y el Nuevo Testamento hablan acerca del Sabbat y del Año de Jubileo como una manera de mantener la generosidad, justicia y restauración en medio del pueblo de Dios. Cada tribu poseía un área de tierra para proveer a cada miembro familiar. 

Los mandamientos del Sabbat nos sustentan como individuos. Nos ayudan a encontrar descanso del trabajo y tener tiempo para adorar a Dios, así mismo, nuestro trabajo provee para nuestras necesidades diarias. Pero, más que ayudarnos como individuos, se centran en vivir en comunidad. Nos muestran lo que Dios es y cómo somos como humanos; especialmente los cristianos, hemos sido creados para vivir en comunidad. Nuestras vidas compartidas deben estar caracterizadas por generosidad como un símbolo de la gracia de Dios, la cual hemos experimentado nosotros mismos. Nuestras vidas deben estar caracterizadas por justicia, la cual hacemos extensiva a los demás porque Dios es un Dios de justicia. Nuestras vidas también deben estar caracterizadas por restauración, por ayudar a los demás a que tomen su lugar con dignidad en la sociedad. Esto no significa que debemos ser dueños de un terreno, se trata de comprometerse a ayudarles a conseguir un trabajo, un buen lugar donde vivir, y una vida social saludable. 

En un mundo globalizado, nuestro prójimo también incluye a la gente viviendo alrededor del mundo. Estamos obligados a reconocer las consecuencias ecológicas de nuestro estilo de vida. Si tratamos con respeto y cuidado a los recursos naturales y al clima, haremos posible el Sabbat en África, Asia y el resto del mundo. La generosidad no reconoce fronteras geográficas.

PREGUNTAS PARA REFLEXIONAR  

• ¿He experimentado personalmente la generosidad, justicia o restauración a través de otras personas?  


• ¿Qué aprendemos de Dios cuando la gente es generosa, lucha contra la injusticia y ayuda a restaurar la dignidad de los demás?  


• ¿Cómo podemos practicar los mandamientos del Sabbat –además del descanso– como oportunidad para la justicia social?   


• ¿En qué aspectos de mi vida puedo practicar la generosidad de nuevas maneras? 

TEMAS DE ORACIÓN  

• Oramos por los que experimentan gran injusticia.  


• Oramos por los marginados de la sociedad que desean una vida con dignidad.  


• Oramos para que la iglesia refleje la generosidad y justicia de Dios.  


• Señor, muéstrame cómo compartir tu justicia y generosidad en mi vida diaria.

ORACIÓN SUGERIDA 

Gracias, Padre Celestial, por tu inconmensurable generosidad con nosotros. Culmina en que Tú diste a tu hijo para morir por nosotros. Él no solamente nos ha mostrado tu gracia y justicia a través de su vida en la tierra sino que ha hecho posible que recibamos tu gracia y justicia al morir en la cruz y por su resurrección en Pascua. 

Concédenos sabiduría y poder a través del Espíritu Santo para vivir una vida de generosidad y justicia. Ayúdanos a cuidar tu creación porque estamos hechos a tu imagen. Danos visión para ver quiénes necesitan restauración para poder ser canales de tu amor. Amén.

Marc Jost, Secretario General de la Alianza Evangélica Suiza (Parte germanófona), Suiza.