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Sin ofender Muestra

No Offense

DÍA 2 DE 7

¿Cómo podemos dejar ir el enojo y la ofensa? 



Muchos de nosotros hemos estado cargando las ofensas como si fueran accesorios, sin darnos cuenta que su peso nos tira hacia abajo. Entonces, ¿cómo podemos soltar nuestro enojo, nuestra ofensa, o nuestra frustración de una forma sana?




  1. Baja las expectativas que tienes de otros. 

  2. Eleva tu gratitud hacia la gracia de Dios. 


Esto puede sonar simple, pero no es sencillo. Exploremos estas 2 acciones un poco más. 



Jesús nunca se sorprendió por el pecado. Sin embargo, a nosotros con frecuencia sí nos sorprende. Tendemos a señalar con nuestros dedos, a emitir juicios y a enojarnos; pero Jesús simplemente apareció, escuchó y ofreció Su verdad y Su gracia. 



Mientras Jesús estaba cerca de Su muerte, Él sabía que Pedro lo iba a negar en 3 momentos diferentes. Pedro se negó a creerle, diciendo que nunca negaría a Jesús; pero Jesús sabiendo completamente bien que la traición estaba cerca, le da esta hermosa instrucción a Pedro: 



“… pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí, fortalezcas a tus hermanos
"
Lucas 22:32 NTV.

Jesús no estaba sorprendido por las acciones de Pedro, ni ofendido por el dolor que estas acciones le causarían. En vez de eso, Jesús lo llama a Su grandeza después de su arrepentimiento. 



Podemos escoger dar a otros el mismo regalo. Cuando alguien nos lastima o nos hace daño, es fácil sentirse ofendido. Pero, ¿cuán mejor sería poder extender gracia en su lugar?  



Podemos ver otro ejemplo acerca de la mujer que fue atrapada en adulterio en el capítulo 8 de Juan. Los líderes religiosos querían apedrearla, pero Jesús le ofreció misericordia. Él pide que aquel que esté libre de pecado tire la primera piedra, y lentamente, todos se alejaron menos Él. 



A menudo, pensamos que sostener la ofensa nos da poder, nos gusta estar en la posición de tirar la piedra, lanzar el insulto, o tener esa posición en dónde nuestra opinión personal es verdad. Pero lo cierto es que, al igual que la mujer, todos estamos en la desesperada necesidad de gracia. 



Es solo por gracia, que hemos sido rescatados y salvados, y esto tiene sentido en que nosotros deberíamos extender la misma gracia para aquellos que nos han hecho daño. 



Tenemos opciones: Podemos continuar aferrándonos a las ofensas que nos mantienen en amargura y mantener a otros como rehenes, o podemos escoger dejar abajo las ofensas, recordar la gracia y buscar libertad. 



Oremos: Dios, gracias por darnos Tu gracia inmerecida, ayudános a recordar y apreciarla, para que podamos darla libremente a otros. Dejo abajo las ofensas que he venido cargando, y te pido por sanidad en su lugar. En el nombre de Jesús. Amén. 


Día 1Día 3

Acerca de este Plan

No Offense

Desde el último titular de las noticias a los comentarios de las redes sociales, hay un montón de oportunidades para ser ofendido todos los días. Pero, ¿y si decidimos responder de otra forma? En este Plan bíblico de 7 d...

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Nos gustaría dar las gracias a Life.Church por proporcionarnos este plan. Para saber más, visita: https://www.life.church/

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