Parábolas: 21 Días De Ayuno Y DevocionalMuestra

DÍA 7: Parábola del buen samaritano

Una mañana, se despierta, se prepara para un largo viaje, sus negocios, su agenda y con demasiadas cosas dando vueltas en su mente. Ya de camino, su día es interrumpido por una escena, desagradable a los ojos. Un hombre está ahí tirado, casi desnudo, casi muerto, sin nadie que le ayude. Dos personas pasan por ahí; ninguna se detiene, pero él sí. 

Su corazón sensible pronto empatiza con aquella víctima y no duda en detener su agenda y ayudar. Usa sus propias provisiones para limpiar sus heridas y rápidamente busca un lugar adecuado para atenderle. Continúa su viaje, pero le asegura que volverá porque quiere que esa persona, desconocida y vulnerable, esté bien, cueste lo que cueste. 

Mucho se ha hablado de esta historia. Es un reflejo del corazón de Dios. Estoy convencido de que Jesús no relató esta historia para señalar o reñir a quienes pasaron de largo. Más bien, quería mostrar el verdadero significado de la compasión. ¿Con qué personaje te identificas más? Si te encuentras como la persona que ha sido despojada y herida, ten ánimo y esperanza. La ayuda viene. La sanidad y provisión están de camino. No te inquietes por quienes pasan de largo. Dios es fiel. 

Y si vas de camino y tu día se ve interrumpido por la necesidad de otros, detente, ayuda y no te preocupes. Seguirás tu camino, pero más satisfecho porque habrás hecho lo correcto. Seamos sensibles y compasivos y revolucionemos nuestro entorno. El deseo de Dios es que ayudemos a quienes lo necesitan. Jesús dijo: "Ve y haz tú lo mismo".

Oración: Padre, muchas gracias por amarnos hasta dar tu vida por nosotros. Gracias por todas las veces que nos has levantado, sanado y restaurado. Ayúdanos a llevar tu amor a cada persona en necesidad. Danos un corazón compasivo para traer esperanza. En tu nombre, Jesús. Amén.