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Fe atrevida: La originalidad de David

La tecnología es una espada de doble fllo. Por un lado, es una herramienta brillante que nos mantiene conectados los unos con los otros alrededor del mundo. Con solo entrar en Instagram, podemos ver lo que nuestros amigos, familiares y modelos a seguir están haciendo, aún si viven en otro continente. Por el otro lado, toda esta exposición puede llevarnos a, no sólo conectarnos y celebrar, sino a comparar y criticar. Si no tenemos mucho cuidado, nuestra habilidad de mantenernos informados puede convertirse en una plataforma para nuestras propias inseguridades.

Resulta fácil compararnos. Vemos el éxito de otros y rápidamente recordamos nuestros fracasos. Vemos el progreso de otros y la impaciencia infiltra nuestras esperanzas. Y podemos ver las habilidades de otros y rápidamente nos cuestionamos si tenemos lo que se necesita para alcanzar nuestros sueños.

Si en algún momento existió alguien que pudo haber cuestionado sus habilidades era el joven David. David era un adolescente, el más joven de sus hermanos, un pastor que escribía baladas en su tiempo libre. Ciertamente, él no tenía la hoja de vida de un héroe. Pero cuando visita a sus hermanos en el campo de batalla y ve a Goliat oponiéndose al pueblo de Dios, decide pelear con ese gigante.

Saúl le ofrece a David su armadura y sus armas, pero después de probárselas, David prefiere no usarlas. En su lugar, utiliza lo que conoce bien, su propia honda y piedras. Las había usado para vencer tanto al león como al oso mientras protegía las ovejas de su padre. David tenía la fe para creer que Dios lo había diseñado único y lo había preparado para esta misión, y no necesitó perder el tiempo poniéndose la armadura de otra persona.

La fe atrevida te libera para hacer lo que Dios te llama a hacer, no una imitación de otro. No necesitas perder el tiempo tratando de verte como alguien más o llevar el estilo de otros o adaptar tus dones para copiar el diseño de otros. Estás original y maravillosamente formado. Así que atrévete a sobresalir, a ser único. ¡Ten fe para creer que Dios te diseñó especialmente, y alaba a Dios por los dones, personalidad, experiencias y matices que te hacen TÚ!