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Haz del descanso tu amigo

Descansa: para relajarte, hacer una pausa, respirar y estar tranquilo.

El descanso es un regalo que tendemos a dejar de lado con demasiada facilidad. Pero la vida sin descanso no es sostenible. El descanso refresca nuestros cuerpos, dándonos la energía que necesitamos para honrar a Dios y amar a los demás. Aprender a practicar el descanso es una disciplina espiritual que te ayuda a disfrutar de la presencia de Dios y realinear tus prioridades. 

Dios mismo modeló el descanso para nosotros desde el principio. Inmediatamente después de que terminó de crear el universo, y todo lo que hay en él, se dio un día para recordar la bondad de todo el trabajo que acababa de completar. 

Reflexiona: ¿Cuándo fue la última vez que bajaste el ritmo, desconectaste y te relajaste? Detente. Cierra los ojos, respira hondo y repasa tus últimos días.