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La gracia de Dios: Su mano extendida
Me pregunto cómo debió sentirse, abrumada por la vergüenza y el sentimiento de deshonra, tal vez mezclado con ira, traición, culpa y la idea de una muerte inminente. Tal vez la mujer sorprendida en adulterio prefirió la muerte a la mayor vergüenza que iba a enfrentar ante el público.
Al parecer, nadie la ayudaria.
Pero mientras esperaba con temor que las piedras golpearan, ninguna cayó sobre ella. Estaba segura de que aquellos líderes religiosos estaban deseando apedrearla hasta morir.
“...aquel de ustedes que esté libre de pecado que tire la primera piedra” (v.7). Jesús había hecho un desafío a los que estaban ansiosos por entregar a esta pecadora su pena de muerte, y era un desafío aleccionador para los compañeros pecadores.
Aunque estaban ansiosos por entregarla a la muerte, ante el grave pecado de esta mujer, el Señor no había terminado con ella. De hecho, Jesús estaba ansioso por entregarle un nuevo comienzo “Vete y no vuelvas a pecar” (v. 11).
¿Alguna vez has sentido que la vida ha terminado contigo, y que tú has terminado con la vida? Después de todos esas vueltas erróneas, elecciones pecaminosas e imprudentes que casi te costaron tu futuro o tu vida, Dios todavía no ha terminado contigo. No, al contrario, Dios anhela darte un nuevo comienzo.
Dios te ve y te conoce de corazón. Te ama hasta la médula. Ve a Jesús tal como eres. La gracia de Dios es la mano extendida que te ofrece para permitirte estar de pie y enfrentar la vida una vez más, con Él, esta vez.
Me pregunto cómo debió sentirse, abrumada por la vergüenza y el sentimiento de deshonra, tal vez mezclado con ira, traición, culpa y la idea de una muerte inminente. Tal vez la mujer sorprendida en adulterio prefirió la muerte a la mayor vergüenza que iba a enfrentar ante el público.
Al parecer, nadie la ayudaria.
Pero mientras esperaba con temor que las piedras golpearan, ninguna cayó sobre ella. Estaba segura de que aquellos líderes religiosos estaban deseando apedrearla hasta morir.
“...aquel de ustedes que esté libre de pecado que tire la primera piedra” (v.7). Jesús había hecho un desafío a los que estaban ansiosos por entregar a esta pecadora su pena de muerte, y era un desafío aleccionador para los compañeros pecadores.
Aunque estaban ansiosos por entregarla a la muerte, ante el grave pecado de esta mujer, el Señor no había terminado con ella. De hecho, Jesús estaba ansioso por entregarle un nuevo comienzo “Vete y no vuelvas a pecar” (v. 11).
¿Alguna vez has sentido que la vida ha terminado contigo, y que tú has terminado con la vida? Después de todos esas vueltas erróneas, elecciones pecaminosas e imprudentes que casi te costaron tu futuro o tu vida, Dios todavía no ha terminado contigo. No, al contrario, Dios anhela darte un nuevo comienzo.
Dios te ve y te conoce de corazón. Te ama hasta la médula. Ve a Jesús tal como eres. La gracia de Dios es la mano extendida que te ofrece para permitirte estar de pie y enfrentar la vida una vez más, con Él, esta vez.
Escritura
Acerca de este Plan
Un nuevo año. Un nuevo día. Dios creó estas transiciones para recordarnos que Él es el Dios de los nuevos comienzos. Si Dios puede hacer que el mundo exista, ciertamente puede hablar en la oscuridad de tu vida, creando p...
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Queremos agradecer al Sr. Boris Joaquin, Presidente y Director de equipamiento de Breakthrough Leadership Management Consultancy. Es un formador ejemplar y un orador de primera línea para programas de liderazgo y otras habilidades blandas en Filipinas. Junto a su esposa, Michelle Joaquin, han contribuido con este Plan de lectura. Para más información, visita: http://www.theprojectpurpose.com/
