ESTABILIDAD ESPIRITUAL EN PERÍODO DE CORONAVIRUSMuestra

ENTRENAMIENTO MUSCULAR ESPIRITUAL

Imagina participar en una maratón o cualquier otra competición sin haber entrenado de antemano. ¡Está garantizado que no funcionará! Así como la resistencia espiritual no funciona sin una fe firme. La estabilidad espiritual requiere un entrenamiento constante de nuestro músculo espiritual: la fe.

«Pero la fe es una confianza firme en lo que uno espera y una certeza incuestionable en lo que no se ve» (Hebreos 11:1). Si enfocamos nuestra atención en Dios, el fundador y perfeccionador de la fe, nuestro músculo de la fe crece considerablemente. Por la fe aprendemos a confiar en Dios y no en nosotros mismos, ya que es mucho más grande de lo que nunca seremos. Es mucho más poderoso que, por ejemplo, el coronavirus. ¿Cómo reaccionas personalmente al COVID-19? ¿Con miedo o con fe?

Mediante la fe, Él nos sostiene cuando nuestra carga por enfermedad y pérdida se vuelve insoportable debido al COVID-19 u otras circunstancias negativas. Nos protege cuando perdemos nuestro trabajo. Mediante la fe nos apoya cuando somos débiles, y por último, pero no menos importante, nos da la resistencia espiritual necesaria para superarlo todo.

Si nos enfocamos en Dios, solo podemos ganar. Somos el ganador, obtenemos el premio principal. El premio principal para un cristiano es la vida eterna con Jesús. No es solo temporal, es imperecedero. No es solo por un tiempo determinado, sino para siempre. Es un regalo de Dios para nosotros, una gracia dada a nosotros basada en nuestra fe. Si corremos hacia Dios en lugar de alejarnos de Él, entrenamos nuestro músculo de la fe cada vez, y ampliamos y entrenamos nuestra resistencia espiritual. Hacemos nuestro entrenamiento muscular espiritual. Dios nos espera con los brazos abiertos, siempre, incluso ahora.