Sin temor: cómo los cristianos pueden responder a las crisisMuestra

Vivimos por fe, no en temor. 

En un mundo donde hay un nuevo encabezado cada hora, puede ser fácil comenzar a vivir con miedo pero como seguidores de Jesús, somos llamados a vivir por fe--no vivir con miedo. 

Pablo nos recuerda esto en 2 Timoteo: 

Porque Dios no nos ha dado un esperítu de cobardía y timidez, sino de poder, amor y dominio propio. 2 Timoteo 1:7 NTV 

El miedo que con frecuencia sentimos no es de Dios. Cuando comenzamos a sentirnos temerosos, es el tiempo perfecto para orar. Esto no significa que nunca más sentiremos temor. De hecho, el miedo puede con frecuencia motivarnos a hacer las cosas correctas, a evitar el peligro, o a hacer elecciones sabias. Pero no podemos permitir que los sentimientos de temor venzan a nuestra fe en Dios. 

¿Cómo podemos hacer eso mientras somos bombardeados por notificaciones acerca la siguiente gran tragedia? 

Aquí está lo que Jesús dijo: 

“Los dejo con un regalo—paz de mente y corazón. Y la paz que les doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se inquieten o preocupen.” Juan 14:27 NLT

Jesús no dice que no nos preocupemos porque siempre tendremos el resultado que le pedimos. En su lugar, Él promete paz porque tenemos acceso a Su presencia. Jesús dice que la paz es un regalo. Eso significa que Jesús libremente nos ofrece paz cada momento de cada día. Nuestro trabajo es aceptarla. Para continuamente ir a Dios y pedirle por Su paz en medio de los problemas de la vida. 

Así que ¿qué pueden hacer los Cristianos hacer para enfrentar desastres desconocidos? Podemos recordar que vivimos por fe. No vivimos en temor. 

Ora: Dios, me encuentro a mí mismo/a tan preocupado acerca de _______. No sé que va a pasar, pero sé que no estás sorprendido, y que estás trabajando para que cosas cooperen para bien. Dios, ayúdame a creer en Ti más completamente hoy. Incrementa mi fe hoy, Señor. Te pido por Tu paz. Gracias por darnos gratuitamente paz de mente sin importar lo que pasa nuestro alrededor. En el nombre de Jesús, amén.