Progresa: 21 días de devocionalMuestra

Progresa en el Fruto del Espíritu 

Pensemos por un momento en el templo. Para Israel, el templo era una señal de lo que habían logrado. Habían entrado en la tierra prometida y la habían conquistado. Tenían en ella sus casas, el rey tenía su palacio, y Dios también tenía un lugar donde vivir permanentemente con ellos. El templo era el lugar donde los israelitas podían encontrarse con Dios. Un lugar para adorar y encontrarse con él. 

Muchos años después, llegamos al capítulo 2 de Hechos, donde el Espíritu de Dios cayó sobre los creyentes de la época. Fue un momento de desarrollo, empoderamiento y santidad. Cuando el Espíritu se derramó sobre todos los creyentes nos convertimos en su templo. Para encontrarnos con Dios, no hay necesidad de ir a un edificio o lugar. Puedes encontrarte con Dios pasando tiempo con uno de sus seguidores. 

La pregunta es: ¿cómo puedes saber si estás lleno del Espíritu? 

Gálatas nos lo explica claramente. A medida que permitimos que el Espíritu crezca en nosotros, nos volvemos más amorosos, alegres, pacíficos, pacientes, amables, bondadosos, fieles, gentiles y tenemos más autocontrol. Dios desea cultivar este fruto en tu vida. 

Para cultivarlo, tienes que saber un poco de jardinería. La fruta crece en buena tierra, donde no hay malas hierbas. Todo lo que te impide tener una buena relación con Dios es una mala hierba. Cuanto más nos acercamos a Dios, más crecerá y se hará visible este fruto. Sé paciente contigo mismo y con los demás. El crecimiento no ocurre de la noche a la mañana. Progresar en el fruto del Espíritu lleva su tiempo, ¡pero vale la pena ver la cosecha! 

Preguntas de acción:

- ¿En qué parte del fruto del Espíritu necesitas progresar? 

Oración:

“Espíritu Santo, haz crecer tu fruto en mí. Jesús, te pido que a medida que me parezca más a ti, los demás puedan encontrarte en el fruto de mi vida. Amén."