Progresa: 21 días de devocionalMuestra

Progresa en Identidad 

Todo lo que hacemos se basa en quiénes somos y a quién pertenecemos.

En Números 13:26-33, cuando los doce espías regresaron de explorar la tierra que Dios ya les había prometido, diez escogieron enfocarse en su propia pequeñez a la sombra de los gigantes, mientras dos se mantuvieron de pie bajo la sombra de su Dios. 

Diez escogieron identificarse con lo pequeño que ellos eran en Egipto. Escogieron compararse, ver sus propias limitaciones y enfocarse en lo que sería imposible en sus propias fuerzas, y continuar viviendo con su mentalidad de esclavitud en vez de aceptar su identidad como hijos de Dios. ¡Los Israelitas tardaron 40 años en alcanzar la promesa! 

Caleb y Josué no confiaron en sus propios límites, sino que pusieron toda su confianza en el Dios que los había salvado y les había prometido que serían su pueblo. Caleb y Josué sabían que Dios había amado tanto a los israelitas que los sacó de la esclavitud y los liberó con la promesa de que continuaría protegiéndolos. (Éxodo 15:13; Números 14:8-9) 

En el Nuevo Testamento, Juan escribe sobre el gran amor del Padre por nosotros. ¡No solo pertenecemos a Dios, sino que también somos llamados hijos de Dios! Pablo también escribe que en Cristo hemos sido adoptados como hijos e hijas de Dios y podemos encontrarnos con él personalmente, tan íntimamente como lo haríamos con un buen padre (Romanos 8:15; Efesios 1:4-6).

Al ser un hijo de Dios:

Superaré cualquier desafío.

Veré las promesas de Dios haciéndose realidad.

Me mantendré fiel en medio de mis circunstancias.

Soy más que capaz de progresar en la promesa.

Preguntas de acción:

- ¿Encuentras tu identidad en tu pequeñez, identificándote más con tus inseguridades y errores pasados, o eliges enfocarte en tu identidad como hijo de Dios?

- ¿En qué área de tu vida necesitas cambiar tu confesión para alinearte con la verdad de ser un hijo de Dios? 

Oración:

Jesús, te amo. Gracias por ser el camino que me convierte en un hijo de Dios. Señor, oro para poder verme como tú me ves, y encontrar mi confianza y mi fortaleza en ti. Amén.