Seis pasos hacia tu mejor liderazgoMuestra

Una relación que iniciar

Comenzamos este plan bíblico decidiendo poner el quién antes que el hacer. Si quieres cambiar quién eres, tendrás que cambiar con quién estás. 

El apóstol Pablo, responsable de escribir la mayor parte del Nuevo Testamento, experimentó uno de los cambios de vida más dramáticos de la Biblia. El cambio en su vida fue tan épico que incluso su nombre fue cambiado de Saulo a Pablo. 

Saulo odiaba a los cristianos y los quería muertos. Pablo amó a los cristianos el resto de su vida. Saulo despreciaba a los seguidores de Jesús y viajaba para cazarlos. Pablo se encontró con Jesús en el camino y viajó para darle a conocer. Saulo pasó tiempo con personas religiosas tratando de hacer un camino que le llevara a Dios. Pablo pasó su tiempo con personas rotas dejando que Dios trabajara en él.

Primero, Pablo se encontró con Jesús, quien le mostró la luz. Luego conoció a Ananías, que le ayudó a encontrar nuevas fuerzas y ver claramente (literalmente). Luego conoció a Bernabé, que le defendió y le presentó a los líderes clave de la iglesia cuando aún le tenían miedo. La lista sigue, y hoy Pablo es probablemente uno de los líderes más efectivos de la historia. 

Igual que Pablo, puedes estar a una relación de distancia de cambiar el rumbo de tu destino. Cuando se trate de pasar tiempo con otros, no respondas solo a las personas que te buscan. Pasa tiempo con personas que te hagan esforzarte, que te empujen e incluso te confundan. 

Aprende de Pablo y reúnete con alguien a quien criticas. A menudo juzgamos lo que no entendemos. No te reúnas solo con personas de tu edad, de tu campo de conocimiento o con experiencias similares. ¿Estás atascado? Encuentra a alguien que esté unos pasos por delante de ti. Si tienes 30 años, reúnete con alguien de 40 y pregúntale qué ve de manera diferente ahora que cuando tenía 30 años. 

Ve preparado para escuchar mucho, haz buenas preguntas y sigue buenos ejemplos. No solo copies lo que hacen los demás, sino aprende cómo piensan. 

Finalmente, si aún no has iniciado una relación con Jesús, puedes estar a una relación de distancia de cambiar el rumbo de tu destino. Eso ha sido verdad para mí. El último texto de la lectura de hoy es la descripción del apóstol Pablo de qué aspecto tiene eso. 

Habla con Dios: Dios, tu sabes quién me creaste para ser. ¿Puedes ayudarme a ver a quién necesito conocer? Dame la sabiduría y la fuerza para seguir adelante con las relaciones correctas.

Haznos saber si has decidido comenzar una relación con Jesús.