Fe activaMuestra

CORRER y no cansarse

Una de las formas de medir nuestra aptitud física es corriendo. Hay referencias a correr en la Biblia que sirven como metáforas para nuestras vidas.

Quien haya corrido largas distancias te dirá que hay una relación de amor y odio con correr. No importa tu experiencia o condición física, cuando corres largas distancias siempre hay un punto en el que tienes la necesidad de parar. Tienes que luchar mentalmente más allá de ese punto para seguir adelante. Ya sea la opresión en el pecho, la dificultad para respirar o los músculos de las piernas que comienzan a fatigarse, siempre hay un punto en el que tienes ganas de detenerte.

En la maratón de nuestras vidas nos enfrentamos a lo mismo. En nuestras relaciones, educación, carreras, búsqueda de sueños y metas, llegamos a un punto en el que queremos detenernos. Los altibajos de la vida son desafiantes y a veces sentimos como si estuviéramos corriendo cuesta arriba. La fatiga comienza a sentirse en las decepciones, las colinas de las dificultades y los baches del dolor. Entonces, ¿cómo lo logramos? ¿Cómo llegamos a la meta?

1. ¡Corre tu propia carrera! Hebreos 12:1-2.

No compares tu carrera con la de nadie más. Dios nos ha dado a todos nuestra propia carrera. No te distraigas con el enemigo. Mantente enfocado en Jesús y en lo que tiene para TI. No mires a un lado ni hacia atrás, mantén tus ojos enfocados en Jesús.

2. ¡Corre para ganar! 1 Corintios 9:24.

Nuestro Dios es un Dios de excelencia. Es el mejor y quiere lo mejor para nosotros. Sea cual sea tu carrera, ¡corre lo mejor que puedas con intenciones de ganar! Dale a Dios lo mejor de ti mientras persigues lo que tiene para ti. No corras solo por correr. ¡Corre para ganar!

3. Confía en Dios cuando tengas ganas de parar. Isaías 40:31.

Todos enfrentamos momentos en los que tenemos ganas de rendirnos. O en los que estamos corriendo por la vida y parece que no nos estamos acercando a nuestros objetivos. Estos son los tiempos en los que debemos confiar en Dios. Tenemos que confiar en que Él nos está guiando por el camino que es mejor para nosotros y que cuidará de nosotros. Cuando aprendemos a confiar en Dios independientemente de nuestras circunstancias, ¡Él renueva nuestra fuerza y nos permite seguir corriendo!

Haz clic aquí para el Entrenamiento del Día 5 de Fe y Fitness.