Rapsodia de Realidades (Diciembre de 2018)Muestra

8   Pastor Chris

Vivimos Con Palabras

“…porque él dijo… de manera que podemos decir confiadamente…” (Hebreos 13:5-6).

El cristianismo se denomina la “Gran Confesión”; pues es una vida con palabras. Los cristianos vivimos con palabras. En Romanos 10:9-10, observamos el principio de la confesión como el fundamento mismo para alcanzar la salvación. Dice así: "...si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo". La realidad vital de la salvación se hace efectiva cuando confiesas con tu boca el señorío de Jesucristo.

Por lo tanto, en el cristianismo, tus palabras y tus confesiones son muy importantes. El Señor Jesús dijo en Mateo 12:37: “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado”. Y en Marcos 11:23, Jesús dijo: “Porque de cierto os digo que cualquiera que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que dice, lo que diga le será hecho”. Observa la relevancia de las palabras.

Tus confesiones crean realidades. Con tus palabras creas realidades para hoy y para el futuro. La Biblia dice que en el principio Dios creó el cielo y la tierra; y nos muestra cómo lo hizo: pronunciando palabras. A través del poder de la palabra hablada, Dios reconstruyó y organizó el mundo, que se había convertido en una masa caótica (Génesis 1:1-6). Con esto que hizo en la creación, Dios nos revela cómo traer orden, belleza y gloria a nuestras vidas, a través de las palabras.

Declara palabras para trazar tu curso de victoria y éxito. Haz que tu vida sea siempre triunfal. Incluso ahora mismo, pronuncia palabras que sean coherentes con las disposiciones, planes y propósito de Dios para tu vida en Cristo; y lo que digas te será hecho. Afirma que tu vida atrae todo lo bueno y glorioso, porque eres descendiente de Abraham.

Confesión

Cuando yo llevo la Palabra de Dios en mi boca, ésta siempre prevalece. En mi vida están sucediendo cosas buenas y gloriosas. Mis palabras están impregnadas de energía divina. Ellas crean realidades nuevas y gloriosas, y transforman las circunstancias transformadoras para cumplir con las disposiciones, los planes y el propósito de Dios para mí en Cristo. ¡Aleluya! 

Estudio Más Amplio

2 Corintios 4:13 

Hebreos 13:5