María era una madreMuestra

Nuestros belenes modernos frecuentemente muestran a María sobre la mula en su viaje de Nazaret a Belén para el censo. ¡Lo más probable es que ella y José caminaran y acamparan durante la noche! El viaje de unos 160 km habría tomado entre cuatro y cinco días por caminos que van sobre un área montañosa. ¡María tenía 9 meses de embarazo! Recuerdo el viaje de 10 millas en coche al hospital para dar a luz a mi primer bebé. ¡No creas que mi pobre esposo no oyó mis quejas de todo bache y movimiento en ese viaje!

Me pregunto si María se quejó del viaje largo y difícil a Belén.

Luego las dificultades aumentan. No sé si José no vio bien el mapa o si tuvo que parar muchas veces porque María necesitaba hacer pis, o si solo era un mal planificador, porque cuando finalmente llegaron a Belén, ¡no había dónde quedarse! Todos los hoteles estaban llenos. Otra vez, la historia bíblica no dice nada sobre la actitud de María en estas circunstancias, ¡pero sí que es mucho para soportar!

Y la historia se pone aún peor. ¡Da a luz a su primer bebé en un establo! Sin ninguna comodidad, sin doctor. Me incomoda un poco la combinación de todas esas circunstancias difíciles. ¿Dónde dice que María lloró decepcionada? ¿Dónde habla sobre su indignación? ¿Dónde está el regaño a José por su ineptitud y desconsideración?

No existe.

María no racciona con un arrebato emocional a su difícil situación. En su lugar, responde. Después de otra visita del ángel y otro recordatorio de no temer, ella reflexiona. 

Esa es la versión que nos dan. Ella piensa sobre su situación y la considera. No está tratando de resolver las cosas. No culpa a nadie. No hace planes ni hace todas las preguntas. En su lugar, ¡atesora todo esto en su corazón!

¿Cómo pudo reaccionar así? 

Piensa en esto: ¡ella había llevado en su vientre y dio a luz a la Paz!

Tú y yo también podemos escoger hacer lo mismo cada vez que las circunstancias intensas nos abrumen—dar a luz a la Paz. Él está con nosotros—Emanuel, Dios con nosotros—la Respuesta a todas nuestras preguntas, planes y ansiedades. Paz a cambio de nuestra ansiedad.

¿Es Él tu Paz constante en las tormentas de la vida? ¿Estás dando a luz y respondiendo con Paz, o estás permitiendo que tus emociones te controlen?

¡Padre—Jesús—se mi Paz! Ayúdame a escogerte a Ti y a responder a Tus caminos, en lugar de reaccionar desde mis emociones.