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Dejar ir las preocupaciones y los arrepentimientos


Hola. No te preocupe por eso. Sea lo que sea, no te preocupes.

Es fácil para ti decirlo , estás pensando.

En realidad, no es fácil. Me enfrento a la ansiedad y al TOC a diario. Incluso en mis mejores días sigo consciente de que está ahí, en el fondo de mi mente, amenazando con cerrarme. Sin embargo, la buena noticia es que ese no es el final de la historia.

Dios no nos creó para vivir con miedo. No digo que no haya nada aterrador en esta vida. No estoy diciendo que nunca me preocupe la posibilidad de relaciones irreparables, ruina financiera, oportunidades perdidas o muchas otras cosas pesadas. Pero ese miedo, cuando se transmite, se convierte en una preocupación constante por el futuro que a menudo conduce a decisiones que generan arrepentimiento por el pasado.

He descubierto que dejar ir la preocupación también funciona para vivir sin arrepentimientos.

Aquí está la clave: Dios no nos dio los músculos para llevar la preocupación y el arrepentimiento, pero amorosamente nos dio permiso para mirarlo y decir: "¿Puedes llevar esto?" Su respuesta es siempre: “Con mucho gusto. Estuve esperando a que me preguntaras ". Luego abrimos las manos y las soltamos, una y otra y otra vez.

Además, ¿podemos simplemente reconocer que vamos a cometer errores? Sucederán cosas malas. Aún así, el amor de Dios vence al miedo.

1. Dios no está sentado en algún lugar tratando de decidir cómo arruinar tu vida. En realidad, es lo opuesto porque Él te ama.

2. Cuando suceden cosas malas, Dios es el mejor en usarlas para convertirte en algo mejor que antes. Porque te ama.

Cuando tienes esa sensación de pavor, como si hubiera cosas malas en el horizonte, o tal vez ya estén aquí y tu primer instinto es detenerte, dejarte caer y preocuparte, no lo hagas. En cambio, ejercita los músculos que Dios hizo te dio y acércate a Él a través de la oración, la lectura de las Escrituras y una conversación honesta con personas de confianza.

Prueba esto: ora en voz alta a Dios. Dile exactamente de qué te estás arrepintiendo o preocupando. Dile a Dios que estás confiando en Él. Luego, recuerda alguna verdad sobre quién es Dios y para quién te hizo ser.

Tommy, no definido por la ansiedad