InesperadoMuestra

Tanto si alguna vez entendemospor quéopor qué no,el único caminoa travésde cualquier shock inesperado esa través. No importa cuánto deseemos poder bordear una situación, pasarla por debajo o por encima, hay ocasiones en las que Dios quiere guiarnos a través de un proceso, porque eso es lo mejor para nosotros. 

El desafío se convierte entonces en escoger no permitir que el enemigo utilice estos eventos no planificados para robarnos la vida. El enemigo quiere hacer descarrilar nuestras vidas de los planes y propósitos de Dios, si no para toda la vida, al menos por un tiempo. Él quiere que dejemos de enfocarnos en las promesas de Dios y nos enfoquemos en nuestra crisis. Quiere paralizarnos en el presente, y nublar nuestra visión y esperanza para nuestro futuro. 

Movertea travésde lo que sea que estás enfrentando no es meramente sobrevivir hasta que termine, y entonces arrastrarte entumecido hasta el resto de tu vida. Movertea travésconsiste en continuar viviendo una vida de propósito y pasión, moverte siempre hacia delante sin perder nunca de vista el objetivo, sin importar lo devastador que sea lo inesperado. Para mí, enfrentar el cáncer renovó mi resolución: aunque sé que viviré para siempre en la eternidad, elijo vivir plenamente aquí en la tierra y hacer que cada segundo cuente para los propósitos de Dios y su reino, hasta el día que muera.

Todavía era madre de mis hijas, así que no iba a dejar que lasnoticiasdel cáncer me impidieran mentalmente seguir criando a mis niñas. Todavía era esposa de Nick, y no iba a permitir que esas noticias me alejaran emocionalmente. Quería estar presente en cada momento que tuviéramos. Todavía quería seguir dirigiendo nuestro ministerio y hacer que cada uno de mis días en este planeta contase para la gloria de Dios.

El cáncer era una condición que tenía, no quien yo era. No quería que una condición inesperada definiera mi condición general, así que no iba a dejar que estableciera el ambiente de mi hogar, descarrilara mi fe ni me impidiera vivir cada momento que Dios tenía para mí. No podía. Pero esa decisión era una lucha de cada hora, y a veces cada momento, de mi mente y voluntad, para permanecer bien orientada. Independientemente de lo que me estaba pasando, todavía era una hija de Dios, madre, esposa, maestra, amiga e hija, y tuve que luchar para mantenerme enfocada.

Adaptado deInesperado: Deja el Miedo Atrás, Muévete hacia delante con Fe, Abraza la Aventurapor Christine Caine. Copyright © 2018 by Christine Caine. Reimpreso con permiso de Zondervan Publishing. Todos los derechos reservados