Logo de YouVersion
Ícono Búsqueda

Información del Plan

Así Conocí a JesúsMuestra

Así Conocí a Jesús

DÍA 1 DE 4




Perdida y encontrada

Cada persona con la que Jesús se cruzaba en su camino era impactada de alguna manera. No volvían a ser iguales. La samaritana salió de las sombras y la vergüenza, Zaqueo abrió las puertas de su casa y de su corazón, la mujer enferma de sangrado fue llamada hija y acercada a su comunidad.

En esta serie conocerás el testimonio de cuatro jóvenes que se encontraron con Jesús y que quedaron marcados por ese encuentro. Iniciamos, pues, con Luisa. Su historia nos habla del Jesús de las nuevas oportunidades que extiende sus cuerdas de amor hasta los lugares con más heridas de nuestro corazón.

“¡Viví durante mucho tiempo como si fuera una prostituta!”. Así comienza el testimonio de Luisa. “Después de ser abusada sexualmente a los 17 años, mi integridad e inocencia fueron arrancadas. Nunca más me volví a sentir digna de amor, ni de respeto, ni siquiera de que alguien se acercara a mí. Nunca más me volví a mirar a un espejo sin dejar de pensar de forma despreciable sobre mí misma. De todas maneras, ya me habían quitado la inocencia, ya no tenía nada que perder.

Me sentía verdaderamente sucia y lastimada. Entregué mi cuerpo a cualquier persona. Seguí todo tipo de pasiones buscando algo que verdaderamente me llenara de vida, amor y sentido.

Estando en el peor momento de mi vida, llena de vicios, costumbres, malas compañías, y relaciones que me ataban a mi desenfreno, el Señor me confrontó con su Palabra llena de amor, y me llevó a reconocer mi estado de libertinaje absoluto. Me dijo todo lo que había hecho usando la dolorosa, pero a la vez esperanzadora historia de Oseas, el profeta que fue animado por Dios a casarse con Gomer, una mujer infiel y de mala reputación.

Caí a sus pies. Me encontró borracha, sucia, quebrada, dominada. Y con todo el amor y de forma desinteresada, me llamó por mi nombre y me abrazó. Me sacó del lugar donde estaba, y me trajo a una ciudad desconocida para mí. Y aquí estoy. Me ha dado todo nuevo. Tengo una nueva identidad.

Soy Luisa. Orgullosa de ser una mujer con rasguños que el pasado ha dejado, pero que el Señor ha lavado y proporcionado una fuente de agua viva. Me ha ayudado a amar mi cuerpo, ahora me fascina mi cabello afro, y camino con el alma en proceso de ser sanada. Dios me ha dado la posibilidad de servirle a pesar de mi misma y de mi pasado doloroso.

Hoy te puedo decir, que el Dios de las causas perdidas como yo, también está esperando por ti".

Como lo dice Oseas (14: 4-5), Luisa está experimentando una amorosa sanidad porque también hubo en ella arrepentimiento: “Yo sanaré su rebeldía y los amaré de pura gracia, porque mi ira contra ellos se ha calmado. Yo seré para Israel como el rocío, y lo haré florecer como lirio. Hundirá sus raíces como cedro del Líbano”.

Jesús también quiere sanar tus heridas, acércate a Él, acepta el llamado de su dulce voz.

Reflexiona:

¿Cómo te sientes al leer el testimonio de Luisa y su experiencia de sentirse perdida y luego encontrada por Jesús?

¿Has experimentado momentos en tu vida en los que te has sentido indigno de amor o respeto? ¿Cómo crees que el encuentro con Jesús puede cambiar esa percepción?

¿Qué te inspira de la afirmación de que "el Dios de las causas perdidas también está esperando por ti"?

¿Qué pasos crees que puedes tomar para acercarte a Jesús y aceptar su llamado en tu vida?

Día 2

Acerca de este Plan

Así Conocí a Jesús

Descubre las historias inspiradoras de Cesia, Camilo, Luisa e Isabella en este plan devocional. Sus vidas cambiaron radicalmente después de encontrarse con Jesús. Prepárate para una experiencia impactante y conoce cómo e...

More

Nos gustaría agradecer a TRUE INFLUENCERS por proporcionar este plan. Para obtener más información, visite: https://conectarglobal.com/

YouVersion utiliza cookies para personalizar su experiencia. Al usar nuestro sitio web, acepta nuestro uso de cookies como se describe en nuestra Política de privacidad