Apocalipsis 6:14-17
Apocalipsis 6:14-17 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
El firmamento desapareció como cuando se enrolla un pergamino y todas las montañas y las islas fueron removidas de su lugar. Los reyes de la tierra, los magnates, los jefes militares, los ricos, los poderosos y todos los demás, esclavos y libres, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de las montañas. Todos gritaban a las montañas y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero! ¡Porque ha llegado el gran día de la ira! ¿Quién podrá mantenerse en pie?».
Apocalipsis 6:14-17 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Además, el cielo fue desapareciendo, como cuando se enrolla una hoja de pergamino, y todas las montañas y las islas fueron llevadas a otro lugar. Entonces todos los reyes de la tierra, y toda la gente importante, intentaron esconderse en las cuevas y entre las rocas de las montañas. Lo mismo hicieron los comandantes de los ejércitos, los ricos, los poderosos, los esclavos y los que eran libres. Y todos ellos les decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros, para que no nos vea el que está sentado en el trono! ¡Que no nos castigue el Cordero! Ha llegado el día en que Dios y el Cordero nos castigarán, y nadie podrá resistir el castigo.»
Apocalipsis 6:14-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El cielo se esfumó, como si fuera un pergamino que se enrolla, y todos los montes y las islas fueron removidos de su lugar. Todos se escondieron en las cuevas y entre las grietas de los montes: lo mismo los reyes de la tierra que los príncipes, los ricos, los capitanes y los poderosos; lo mismo los esclavos que los libres; y decían a los montes y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros! ¡No dejen que nos mire el que está sentado sobre el trono! ¡Escóndannos de la ira del Cordero! El gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá mantenerse en pie?»
Apocalipsis 6:14-17 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
El cielo desapareció como un papel que se enrolla, y todas las montañas y las islas fueron removidas de su lugar. Y los reyes del mundo se escondieron en las cuevas y entre las rocas de las montañas, junto con los grandes, los jefes militares, los ricos, los poderosos y todos los esclavos y los hombres libres; y decían a las montañas y a las rocas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la presencia del que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero! Porque ha llegado ya el gran día del castigo, ¿y quién podrá resistir?»
Apocalipsis 6:14-17 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?
Apocalipsis 6:14-17 La Biblia de las Américas (LBLA)
Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar. Y los reyes de la tierra, y los grandes, los comandantes, los ricos, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían* a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros y escondednos de la presencia del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero, porque ha llegado el gran día de la ira de ellos, ¿y quién podrá sostenerse?
Apocalipsis 6:14-17 Nueva Traducción Viviente (NTV)
El cielo fue enrollado como un pergamino, y todas las montañas y las islas fueron movidas de su lugar. Entonces todo el mundo —los reyes de la tierra, los gobernantes, los generales, los ricos, los poderosos, todo esclavo y hombre libre— se escondió en las cuevas y entre las rocas de las montañas. Y gritaban a las montañas y a las rocas: «Caigan sobre nosotros y escóndannos del rostro de aquel que se sienta en el trono, y de la ira del Cordero; porque ha llegado el gran día de su ira, ¿y quién podrá sobrevivir?».