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Salmos 33:4-22

Salmos 33:4-22 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)

La palabra del SEÑOR es justa; fieles son todas sus obras. El SEÑOR ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de su gran amor. Por la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos y por el soplo de su boca, todo lo que en ellos hay. Él recoge en cántaros las aguas del mar y junta en depósitos las profundidades del océano. Que toda la tierra tema al SEÑOR; que lo honren todos los pueblos del mundo; porque él habló, todo fue hecho; dio una orden y todo quedó firme. El SEÑOR frustra los planes de las naciones; desbarata los designios de los pueblos. Pero los planes del SEÑOR quedan firmes para siempre; los designios de su corazón son eternos. Dichosa la nación cuyo Dios es el SEÑOR, el pueblo que escogió por su heredad. El SEÑOR observa desde el cielo y ve a toda la humanidad; él contempla desde su morada a todos los habitantes de la tierra. Él es quien formó el corazón de todos y quien conoce a fondo todas sus acciones. No se salva el rey por sus muchos soldados ni por su mucha fuerza se libra el valiente. Vana esperanza de victoria es el caballo; a pesar de su mucha fuerza no puede salvar. Los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen; de los que esperan en su gran amor. Él los libra de la muerte y en épocas de hambre los mantiene con vida. Esperamos confiados en el SEÑOR; él es nuestro socorro y nuestro escudo. En él se regocija nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre. Que tu gran amor, SEÑOR, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti.

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Salmos 33:4-22 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)

Dios es digno de confianza; Dios ama lo que es justo y recto. Por todas partes se pueden ver sus grandes actos de bondad. Con su sola palabra Dios hizo los cielos, el sol, la luna y las estrellas, y juntó en un solo lugar el agua de todos los mares. Habitantes de toda la tierra, ¡honren a Dios! Habitantes del mundo entero, ¡muéstrenle reverencia! Él creó todo lo que existe por medio de su palabra. Bastó una orden suya para que todo quedara firme. Dios no deja que las naciones lleven a cabo sus planes; Dios no deja que los pueblos realicen sus planes malvados. Pero Dios cumple sus propios planes, y realiza sus propósitos. ¡Dios mío, tú bendices al pueblo que te reconoce como Dios! ¡Tú bendices a la nación que te acepta como dueño! Desde tu trono en el cielo te fijas en toda la gente; desde tu trono vigilas a todos los habitantes del mundo. Tú creaste la mente humana y sabes bien lo que todos hacen. No hay rey que se salve por tener muchos soldados, ni hay valiente que se libre por tener mucha fuerza. De nada sirven los caballos para ganar una guerra, pues a pesar de su fuerza no pueden salvar a nadie. Pero tú cuidas siempre de quienes te respetan y confían en tu amor. En tiempos de escasez, no los dejas morir de hambre. Tú nos das tu ayuda, nos proteges como escudo. Por eso confiamos en ti. Nuestro corazón se alegra porque en ti confiamos. Dios nuestro, ¡que nunca nos falte tu amor, pues eso esperamos de ti!

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Salmos 33:4-22 Reina Valera Contemporánea (RVC)

Ciertamente, la palabra del Señor es recta; todo lo hace con fidelidad. El Señor ama la justicia y el derecho; la tierra está llena de su misericordia. Con su palabra, el Señor hizo los cielos; todo lo creado lo hizo con un soplo de su boca. El Señor junta el agua del mar en una vasija, y pone en un depósito las profundidades del mar. ¡Que toda la tierra tema al Señor! ¡Que le teman todos los habitantes del mundo! El Señor habló, y todo fue creado; el Señor ordenó, y todo apareció. El Señor anula los planes de las naciones; frustra las maquinaciones de los pueblos. Pero los planes y pensamientos del Señor permanecen por todas las generaciones. Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, ¡el pueblo que él escogió como su propiedad! El Señor observa desde los cielos; desde allí vigila a toda la humanidad. Desde el lugar de su residencia contempla a todos los habitantes de la tierra. El Señor formó el corazón de todos ellos, y pondera atentamente todos sus hechos. El rey no se salva por tener un gran ejército, ni se escapa el valiente por tener mucha fuerza. Ningún caballo es garantía de salvación; y aunque tiene mucha fuerza, no salva a nadie. El Señor mira atentamente a quienes le temen, a quienes confían en su misericordia, para librarlos de la muerte y darles vida en tiempos de escasez. Con el alma esperamos en el Señor, pues él es nuestra ayuda y nuestro escudo. Por él se alegra nuestro corazón; confiamos en su santo nombre. Señor, sea tu misericordia sobre nosotros, tal y como lo esperamos de ti.

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Salmos 33:4-22 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)

Porque recta es la palabra de Jehová, Y toda su obra es hecha con fidelidad. Él ama justicia y juicio; De la misericordia de Jehová está llena la tierra. Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca. Él junta como montón las aguas del mar; Él pone en depósitos los abismos. Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de él todos los habitantes del mundo. Porque él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió. Jehová hace nulo el consejo de las naciones, Y frustra las maquinaciones de los pueblos. El consejo de Jehová permanecerá para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas las generaciones. Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para sí. Desde los cielos miró Jehová; Vio a todos los hijos de los hombres; Desde el lugar de su morada miró Sobre todos los moradores de la tierra. Él formó el corazón de todos ellos; Atento está a todas sus obras. El rey no se salva por la multitud del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza. Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar. He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre. Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado. Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Según esperamos en ti.

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Salmos 33:4-22 La Biblia de las Américas (LBLA)

Porque la palabra del SEÑOR es recta; y toda su obra es hecha con fidelidad. Él ama la justicia y el derecho; llena está la tierra de la misericordia del SEÑOR. Por la palabra del SEÑOR fueron hechos los cielos, y todo su ejército por el aliento de su boca. Él junta las aguas del mar como un montón; pone en almacenes los abismos. Tema al SEÑOR toda la tierra; tiemblen en su presencia todos los habitantes del mundo. Porque Él habló, y fue hecho; Él mandó, y todo se confirmó. El SEÑOR hace nulo el consejo de las naciones; frustra los designios de los pueblos. El consejo del SEÑOR permanece para siempre, los designios de su corazón de generación en generación. Bienaventurada la nación cuyo Dios es el SEÑOR, el pueblo que Él ha escogido como herencia para sí. El SEÑOR mira desde los cielos; El ve a todos los hijos de los hombres. Desde el lugar de su morada Él observa a todos los habitantes de la tierra; Él, que modela el corazón de cada uno de ellos; El, que todas las obras de ellos entiende. El rey no se salva por gran ejército; ni es librado el valiente por la mucha fuerza. Falsa esperanza de victoria es el caballo, ni con su mucha fuerza puede librar. He aquí, los ojos del SEÑOR están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia, para librar su alma de la muerte, y conservarlos con vida en tiempos de hambre. Nuestra alma espera al SEÑOR; Él es nuestra ayuda y nuestro escudo; pues en Él se regocija nuestro corazón, porque en su santo nombre hemos confiado. Sea sobre nosotros tu misericordia, oh SEÑOR, según hemos esperado en ti.

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Salmos 33:4-22 Nueva Traducción Viviente (NTV)

Pues la palabra del SEÑOR es verdadera y podemos confiar en todo lo que él hace. Él ama lo que es justo y bueno; el amor inagotable del SEÑOR llena la tierra. El SEÑOR tan solo habló y los cielos fueron creados. Sopló la palabra, y nacieron todas las estrellas. Asignó los límites al mar y encerró los océanos en enormes depósitos. Que todo el mundo tema al SEÑOR y todos estén ante él con temor reverente. Pues cuando habló, el mundo comenzó a existir; apareció por orden del SEÑOR. El SEÑOR frustra los planes de las naciones y hace fracasar todas sus intrigas. Pero los planes del SEÑOR se mantienen firmes para siempre; sus propósitos nunca serán frustrados. Qué alegría para la nación cuyo Dios es el SEÑOR, cuyo pueblo él eligió como herencia. El SEÑOR mira desde el cielo y ve a toda la raza humana. Desde su trono observa a todos los que viven en la tierra. Él hizo el corazón de ellos, así que entiende todo lo que hacen. El ejército mejor equipado no puede salvar a un rey, ni una gran fuerza es suficiente para salvar a un guerrero. No confíes en tu caballo de guerra para obtener la victoria; por mucha fuerza que tenga, no te puede salvar. Pero el SEÑOR vela por los que le temen, por aquellos que confían en su amor inagotable. Los rescata de la muerte y los mantiene con vida en tiempos de hambre. Nosotros ponemos nuestra esperanza en el SEÑOR; él es nuestra ayuda y nuestro escudo. En él se alegra nuestro corazón, porque confiamos en su santo nombre. Que tu amor inagotable nos rodee, SEÑOR, porque solo en ti está nuestra esperanza.

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Salmos 33:4-22

Salmos 33:4-22 RVR1960

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