S. Juan 7:47-53
S. Juan 7:47-53 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Pero los fariseos les respondieron: «¿También ustedes han sido engañados? ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Pero esta gente, que no conoce la ley, está bajo maldición.» Nicodemo, que había ido a hablar con Jesús de noche y era uno de ellos, les dijo: «¿Acaso nuestra ley juzga a un hombre sin antes oírlo y sin saber lo que ha hecho?» Los fariseos le respondieron: «¿Qué, también tú eres galileo? Escudriña y verás que de Galilea nunca ha surgido un profeta.» [ Cada uno se fue a su casa
S. Juan 7:47-53 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
—¿Así que también ustedes se han dejado engañar? —replicaron los fariseos—. ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes o de los fariseos? ¡No! Pero esta gente, que no sabe nada de la Ley, está bajo maldición. Nicodemo, que era uno de ellos y antes había ido a ver a Jesús, les preguntó: —¿Acaso nuestra Ley condena a un hombre sin antes escucharlo y averiguar lo que hace? —¿También tú eres de Galilea? —respondieron—. Investiga y verás que de Galilea no ha salido ningún profeta. Todos se fueron a casa
S. Juan 7:47-53 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
Los fariseos les dijeron: —¿También ustedes se han dejado engañar? ¿Acaso ha creído en él alguno de nuestros jefes, o alguno de los fariseos? Los que creen en él no conocen la ley de Moisés, y por eso Dios los castigará. Allí estaba Nicodemo, el fariseo que una noche fue a ver a Jesús, y les dijo: —Según nuestras leyes, no podemos condenar a nadie sin antes escucharlo. Ellos le respondieron: —¿También tú crees que de Galilea puede salir algo bueno? Estudia la Biblia y verás que de allá no ha venido ningún profeta. Después de esto, cada quien se fue a su casa.
S. Juan 7:47-53 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Entonces los fariseos les dijeron: —¿También ustedes se han dejado engañar? ¿Acaso ha creído en él alguno de nuestros jefes, o de los fariseos? Pero esta gente, que no conoce la ley, está maldita. Nicodemo, el fariseo que en una ocasión había ido a ver a Jesús, les dijo: —Según nuestra ley, no podemos condenar a un hombre sin antes haberlo oído para saber qué es lo que ha hecho. Ellos le contestaron: —¿También tú eres de Galilea? Estudia las Escrituras y verás que de Galilea jamás procede un profeta. [ Cada uno se fue a su casa.
S. Juan 7:47-53 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Entonces los fariseos les respondieron: ¿También vosotros habéis sido engañados? ¿Acaso ha creído en él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Mas esta gente que no sabe la ley, maldita es. Les dijo Nicodemo, el que vino a él de noche, el cual era uno de ellos: ¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho? Respondieron y le dijeron: ¿Eres tú también galileo? Escudriña y ve que de Galilea nunca se ha levantado profeta. Cada uno se fue a su casa
S. Juan 7:47-53 La Biblia de las Américas (LBLA)
Entonces los fariseos les contestaron: ¿Es que también vosotros os habéis dejado engañar? ¿Acaso ha creído en Él alguno de los gobernantes, o de los fariseos? Pero esta multitud que no conoce de la ley, maldita es. Nicodemo, el que había venido a Jesús antes, y que era uno de ellos, les dijo*: ¿Acaso juzga nuestra ley a un hombre a menos que le oiga primero y sepa lo que hace? Respondieron y le dijeron: ¿Es que tú también eres de Galilea? Investiga, y verás que ningún profeta surge de Galilea. Y cada uno se fue a su casa.
S. Juan 7:47-53 Nueva Traducción Viviente (NTV)
—¿También ustedes se han dejado engañar? —se burlaron los fariseos—. ¿Habrá siquiera uno de nosotros, gobernantes o fariseos, que crea en él? Esa multitud tonta que lo sigue es ignorante de la ley, ¡está bajo la maldición de Dios! Entonces tomó la palabra Nicodemo, el líder que había ido a ver a Jesús: —¿Es legal condenar a un hombre antes de darle la oportunidad de defenderse? —preguntó. —¿También tú eres de Galilea? —contestaron ellos—. Estudia las Escrituras y compruébalo tú mismo: jamás ha salido un profeta de Galilea. ---------- [Los manuscritos griegos más antiguos no incluyen Juan 7:53–8:11]. Así terminó la reunión, y cada uno se volvió a su casa.