Isaías 13:6-13
Isaías 13:6-13 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
¡Giman, que el día del SEÑOR está cerca! Llega de parte del Todopoderoso como una devastación. Por eso todas las manos desfallecen, todo el mundo pierde el ánimo. Quedan todos aterrados; dolores y angustias los atrapan: ¡se retuercen de dolor, como si estuvieran de parto! Espantados, se miran unos a otros; ¡tienen el rostro encendido! ¡Miren! ¡Ya viene el día del SEÑOR —día cruel, de furor y ardiente ira—; dejará la tierra devastada y exterminará en ella a los pecadores! Las estrellas y las constelaciones del cielo dejarán de irradiar su luz; se oscurecerá el sol al salir y no brillará más la luna. Castigaré por su maldad al mundo y por su iniquidad a los malvados. Pondré fin a la soberbia de los arrogantes y humillaré el orgullo de los violentos. Voy a hacer que haya menos gente que oro fino, menos mortales que oro de Ofir. Por eso haré que tiemble el cielo y que la tierra se mueva de su sitio, por el furor del SEÑOR de los Ejércitos, en el día de su ardiente ira.
Isaías 13:6-13 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Comiencen a llorar, babilonios, porque el día de su destrucción se acerca. El Dios todopoderoso los atacará. Todos ustedes se quedarán sin fuerzas, perderán el valor, y se llenarán de miedo. Se retorcerán de dolor, como si fueran a tener un hijo. Se mirarán asombrados y en la cara se les verá el terror. »¡Ya llega el día de la destrucción! Dios está tan enojado, que cuando llegue ese día dejará la tierra hecha un desierto y acabará con todos los pecadores. Ese día el sol se apagará, la luna dejará de brillar y las estrellas no darán su luz. »El Dios todopoderoso dice
Isaías 13:6-13 Reina Valera Contemporánea (RVC)
¡Griten de dolor, que cercano está el día del Señor! ¡Viene como asolamiento del Todopoderoso! Por eso pierde su fuerza toda mano; por eso desfallece todo corazón. Se llenan de terror; la angustia y el dolor los domina; tienen dolores como de parturienta; con el rostro encendido, unos a otros se miran con asombro. ¡Viene ya el terrible día del Señor! ¡Día de ardiente ira e indignación, que hará de la tierra un páramo, y que raerá de ella a los pecadores! Ese día las estrellas y los luceros de los cielos no darán su luz; el sol se oscurecerá al amanecer, y la luna no dará su resplandor. Yo castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; acabaré con la arrogancia de los soberbios y abatiré la altivez de los fuertes. Haré que los hombres sean más escasos que el fino oro de Ofir. Por la indignación del Señor de los ejércitos, en el día de su ardiente ira haré que se estremezcan los cielos, y que la tierra se mueva de su lugar.
Isaías 13:6-13 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
Den alaridos, porque el día del Señor está cerca, llega como un golpe del Todopoderoso. Entonces todo el mundo dejará caer los brazos, todos perderán el valor y quedarán aterrados. Les vendrá una angustia y un dolor tan grandes que se retorcerán como mujer de parto. Unos a otros se mirarán asombrados y les arderá la cara de vergüenza. Ya llega el día del Señor, día terrible, de ira y furor ardiente, que convertirá la tierra en desierto y acabará con los pecadores que hay en ella. Las estrellas y constelaciones del cielo dejarán de dar su luz; el sol se oscurecerá apenas salga, y la luna no brillará. El Señor dice: «Voy a castigar al mundo por su maldad, a los malvados por sus crímenes. Voy a terminar con la altanería de los orgullosos, voy a humillar a los soberbios e insolentes. Voy a hacer que los hombres sean más escasos que el oro fino de Ofir. Entonces el cielo se estremecerá y la tierra se moverá de su sitio por la ira que tendré en ese día, por mi ardiente furor.
Isaías 13:6-13 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Aullad, porque cerca está el día de Jehová; vendrá como asolamiento del Todopoderoso. Por tanto, toda mano se debilitará, y desfallecerá todo corazón de hombre, y se llenarán de terror; angustias y dolores se apoderarán de ellos; tendrán dolores como mujer de parto; se asombrará cada cual al mirar a su compañero; sus rostros, rostros de llamas. He aquí el día de Jehová viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores. Por lo cual las estrellas de los cielos y sus luceros no darán su luz; y el sol se oscurecerá al nacer, y la luna no dará su resplandor. Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes. Haré más precioso que el oro fino al varón, y más que el oro de Ofir al hombre. Porque haré estremecer los cielos, y la tierra se moverá de su lugar, en la indignación de Jehová de los ejércitos, y en el día del ardor de su ira.
Isaías 13:6-13 La Biblia de las Américas (LBLA)
Gemid, porque cerca está el día del SEÑOR; vendrá como destrucción del Todopoderoso. Por tanto todas las manos se debilitarán, el corazón de todo hombre desfallecerá, y se aterrarán; dolores y angustias se apoderarán de ellos, como mujer de parto se retorcerán; se mirarán el uno al otro con asombro, rostros en llamas serán sus rostros. He aquí, el día del SEÑOR viene, cruel, con furia y ardiente ira, para convertir en desolación la tierra y exterminar de ella a sus pecadores. Pues las estrellas del cielo y sus constelaciones no destellarán su luz; se oscurecerá el sol al salir, y la luna no irradiará su luz. Castigaré al mundo por su maldad y a los impíos por su iniquidad; también pondré fin a la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los despiadados. Haré al mortal más escaso que el oro puro, y a la humanidad más que el oro de Ofir. Por tanto, haré estremecer los cielos, y la tierra será removida de su lugar ante la furia del SEÑOR de los ejércitos, en el día de su ardiente ira.
Isaías 13:6-13 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Griten de terror, porque ha llegado el día del SEÑOR, el momento para que el Todopoderoso destruya. Todos los brazos están paralizados de temor; cada corazón se derrite y todos se aterran. Les sobrevendrán punzadas de angustia, como las de una mujer que está de parto. Se miran unos a otros sin poder hacer nada, con el rostro encendido de miedo. Pues miren, el día del SEÑOR ya viene, el día terrible de su furia y de su ira feroz. La tierra quedará desolada, y con ella los pecadores serán destruidos. Los cielos se pondrán negros sobre ellos; las estrellas no darán luz. El sol estará oscuro cuando salga y la luna no iluminará. «Yo, el SEÑOR, castigaré al mundo por su maldad y a los perversos por su pecado. Aplastaré la arrogancia de los soberbios y humillaré el orgullo de los poderosos. Haré que la gente sea más escasa que el oro, más escasa que el oro fino de Ofir. Pues sacudiré los cielos y la tierra se saldrá de su lugar cuando el SEÑOR de los Ejércitos Celestiales manifieste su furor en el día de su ira feroz».