Eclesiastés 9:13-18
Eclesiastés 9:13-18 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
También vi bajo el sol este notable caso de sabiduría: una ciudad pequeña, con pocos habitantes, contra la cual se dirigió un rey poderoso que la sitió y construyó a su alrededor una impresionante maquinaria de asalto. En esa ciudad había un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría salvó a la ciudad, ¡pero nadie se acordó de aquel hombre pobre! Yo digo que «la sabiduría es mejor que la fuerza», aun cuando se menosprecie la sabiduría del pobre y no se preste atención a sus palabras. Más se atiende a las palabras tranquilas de los sabios que a los gritos del jefe de los necios. Es mejor la sabiduría que las armas de guerra, pero un solo pecador destruye muchos bienes.
Eclesiastés 9:13-18 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande: una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la asedia y levanta contra ella grandes baluartes; y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre. Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fuerza, aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras. Las palabras del sabio escuchadas en quietud, son mejores que el clamor del señor entre los necios. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Eclesiastés 9:13-18 La Biblia de las Américas (LBLA)
También esto llegué a ver como sabiduría bajo el sol, y me impresionó: Había una pequeña ciudad con pocos hombres en ella. Llegó un gran rey, la cercó y construyó contra ella grandes baluartes; pero en ella se hallaba un hombre pobre y sabio; y él con su sabiduría libró la ciudad; sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre. Y yo me dije: Mejor es la sabiduría que la fuerza; pero la sabiduría del pobre se desprecia y no se presta atención a sus palabras. Las palabras del sabio oídas en quietud son mejores que los gritos del gobernante entre los necios. Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero un solo pecador destruye mucho bien.
Eclesiastés 9:13-18 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
En este mundo vi algo de lo que también aprendí mucho: había una ciudad muy pequeña y con muy pocos habitantes, que fue atacada por un rey muy poderoso. Ese rey rodeó la ciudad con sus máquinas de guerra, y se preparó para conquistarla. En esa ciudad vivía un hombre muy sabio, que con su sabiduría pudo haber salvado a la ciudad, pero como era muy pobre, ¡nadie se acordó de él! Aunque la gente se fije más en la pobreza del sabio que en la sabiduría de sus palabras, yo sigo pensando que «más vale maña que fuerza», pues se oyen mejor las suaves palabras de los sabios que los gritos del más grande de los tontos. En realidad, puede más la sabiduría que las armas de guerra, aunque un solo error puede causar mucho daño.
Eclesiastés 9:13-18 Reina Valera Contemporánea (RVC)
También he visto bajo el sol algo que encierra una gran sabiduría: Un rey muy poderoso lanzó su ataque contra una ciudad muy pequeña, defendida por muy pocos hombres. Le puso sitio y levantó contra ella grandes baluartes. Allí dentro se encontraba un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría podría haber salvado a la ciudad, ¡pero nadie se acordó de ese hombre pobre! Entonces me dije: «La sabiduría puede más que la fuerza, aun cuando la sabiduría del pobre sea menospreciada y no se preste atención a sus consejos.» Es mejor escuchar las suaves palabras del sabio que los gritos del rey de los necios. La sabiduría es mejor que las armas de guerra, aunque un solo error destruye muchas cosas buenas.
Eclesiastés 9:13-18 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
También he visto en este mundo algo que me parece encerrar una gran enseñanza: una ciudad pequeña, con pocos habitantes, es atacada por un rey poderoso que levanta alrededor de ella una gran maquinaria de ataque. Y en la ciudad vive un hombre pobre, pero sabio, que con su sabiduría podría salvar a la ciudad, ¡y nadie se acuerda de él! Sin embargo, yo afirmo que vale más ser sabio que valiente, aun cuando la sabiduría del hombre pobre no sea tomada en cuenta ni se preste atención a lo que dice. Más se oyen las palabras tranquilas de los sabios que el griterío del rey de los necios. Vale más la sabiduría que las armas de guerra.
Eclesiastés 9:13-18 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Hay otro aspecto de la sabiduría que me quedó grabado al observar cómo funciona el mundo. Había una ciudad pequeña con unos cuantos habitantes, y vino un rey poderoso con su ejército y la sitió. Un hombre pobre pero sabio sabía cómo salvar la ciudad, y así la ciudad fue rescatada. Sin embargo, pasado el incidente, a nadie se le ocurrió darle las gracias. Por lo tanto, aunque la sabiduría es mejor que la fuerza, los sabios —si son pobres— también serán despreciados. Lo que digan no será valorado por mucho tiempo. Es mejor oír las palabras suaves de una persona sabia que los gritos de un rey necio. Es mejor tener sabiduría que armas de guerra, pero un solo pecador puede destruir muchas cosas buenas.