Deuteronomio 32:7-11
Deuteronomio 32:7-11 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Recuerda los días de antaño; considera las generaciones pasadas. Pídele a tu padre que te lo diga, y a los jefes que te lo expliquen. Cuando el Altísimo dio su herencia a las naciones, cuando dividió a toda la humanidad, estableció límites a los pueblos según el número de los hijos de Israel. Porque la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es su herencia asignada. Lo halló en una tierra desolada, en la rugiente soledad del yermo. Lo protegió y lo cuidó; lo guardó como a la niña de sus ojos; como un águila que agita el nido y revolotea sobre sus polluelos, que despliega su plumaje y los lleva sobre sus alas.
Deuteronomio 32:7-11 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
»Pónganse a pensar en la historia de su pueblo. Sus padres y sus jefes les contarán hechos del pasado. Cuando Dios dividió la humanidad en diferentes pueblos y naciones, les dio sus propios territorios; pero a ustedes, israelitas, les dio un trato especial: A ustedes Dios los eligió para que fueran su pueblo. »Cuando Dios los encontró, ustedes andaban por el desierto, por tierras barridas por el viento. Pero él los tomó en sus brazos y los cuidó como a sus propios ojos. Dios ha cuidado de ustedes como cuida el águila a sus polluelos. Dios siempre ha estado cerca para ayudarlos a sobrevivir.
Deuteronomio 32:7-11 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Acuérdate de los tiempos pasados; trae a la memoria los años ya idos. Pregúntale a tu padre, y te lo dirá; y a tus ancianos, y te contarán cuando el Altísimo dio su herencia a las naciones, cuando hizo el reparto entre el género humano: él estableció los linderos de los pueblos según el número de los hijos de Israel. La porción del Señor es su pueblo; Jacob es la herencia que le tocó. Lo encontró en un lugar deshabitado; en un yermo horrible y solitario. Lo atrajo hacia él mismo, y lo instruyó; ¡lo cuidó como a la niña de sus ojos! Así como el águila revolotea sobre el nido y anima a sus polluelos a volar, y extiende sus alas y los levanta en vilo, y los sostiene sobre sus alas
Deuteronomio 32:7-11 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
»Vuelve atrás la mirada, piensa en los tiempos pasados; pide a tu padre que te lo diga, y a los ancianos que te lo cuenten: Hubo una vez en que el Altísimo hizo reparto de hombres y naciones, y fijó las fronteras de los pueblos. Pero tomó en cuenta a los israelitas, pues la herencia del Señor, la gente suya, es el pueblo de Jacob. Los encontró por el desierto, por tierras secas y azotadas por el viento; los envolvió en sus brazos, los instruyó y los cuidó como a la niña de sus ojos. Como águila que revolotea sobre el nido y anima a sus polluelos a volar, así el Señor extendió sus alas y, tomándolos, los llevó a cuestas.
Deuteronomio 32:7-11 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Acuérdate de los tiempos antiguos, Considera los años de muchas generaciones; Pregunta a tu padre, y él te declarará; A tus ancianos, y ellos te dirán. Cuando el Altísimo hizo heredar a las naciones, Cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, Estableció los límites de los pueblos Según el número de los hijos de Israel. Porque la porción de Jehová es su pueblo; Jacob la heredad que le tocó. Le halló en tierra de desierto, Y en yermo de horrible soledad; Lo trajo alrededor, lo instruyó, Lo guardó como a la niña de su ojo. Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas
Deuteronomio 32:7-11 La Biblia de las Américas (LBLA)
Acuérdate de los días de antaño; considera los años de todas las generaciones. Pregunta a tu padre, y él te lo hará saber; a tus ancianos, y ellos te lo dirán. Cuando el Altísimo dio a las naciones su herencia, cuando separó los hijos del hombre, fijó los límites de los pueblos según el número de los hijos de Israel. Pues la porción del SEÑOR es su pueblo; Jacob es la parte de su heredad. Lo encontró en tierra desierta, en la horrenda soledad de un desierto; lo rodeó, cuidó de él, lo guardó como a la niña de sus ojos. Como un águila que despierta su nidada, que revolotea sobre sus polluelos, extendió sus alas y los tomó, los llevó sobre su plumaje.
Deuteronomio 32:7-11 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Recuerda los días pasados; piensa en las generaciones anteriores. Pregúntale a tu padre, y él te informará. Averigua con los ancianos, y ellos te contarán. Cuando el Altísimo asignó territorios a las naciones, cuando dividió a la raza humana, fijó los límites de los pueblos según el número de su corte celestial. »Pues el pueblo de Israel pertenece al SEÑOR; Jacob es su posesión más preciada. Él lo encontró en un desierto, en un páramo vacío y ventoso. Lo rodeó y lo cuidó; lo protegió como a sus propios ojos. Como un águila que aviva a sus polluelos y revolotea sobre sus crías, así desplegó sus alas para tomarlo y alzarlo y llevarlo a salvo sobre sus plumas.