Nosotros somos judíos de nacimiento y no nacimos pecadores que es como le decimos a los que no son judíos. Sin embargo, sabemos que nadie consigue estar bien con Dios por actos de obediencia a una ley. Dios nos aprueba solo por la fidelidad de Jesucristo. Por eso hemos puesto nuestra fe en Jesucristo, para estar bien con Dios. Somos aprobados por Dios por la fidelidad de Cristo, no por actos de obediencia a una ley, porque nadie consigue estar bien con Dios por actos de obediencia.