Salmos 101:1-8
Salmos 101:1-8 Nueva Versión Internacional - Español (NVI)
Cantaré a tu gran amor y justicia: quiero, SEÑOR, cantarte salmos. Quiero triunfar en el camino de perfección: ¿cuándo me visitarás? Quiero conducirme en mi propia casa con integridad de corazón. No me pondré como meta nada en que haya perversidad. Las acciones de gente desleal las aborrezco; no tendrán nada que ver conmigo. Alejaré de mí toda intención perversa; no tendrá cabida en mí la maldad. Al que en secreto calumnie a su prójimo, lo reduciré al silencio; al de ojos altivos y corazón soberbio no lo soportaré. Pondré mis ojos en los fieles de la tierra, para que habiten conmigo; solo estarán a mi servicio los de conducta intachable. Jamás habitará bajo mi techo nadie que practique el engaño; jamás prevalecerá en mi presencia nadie que hable con falsedad. Cada mañana reduciré al silencio a todos los malvados que hay en la tierra; exterminaré de la ciudad del SEÑOR a todos los malhechores.
Salmos 101:1-8 Traducción en Lenguaje Actual (TLA)
1-2 (1b-2) Dios mío, tú eres justo y fiel; por eso quiero cantarte himnos. ¿Cuándo vendrás a visitarme? Quiero vivir una vida correcta y demostrar en mi propio palacio que no guardo malos pensamientos. No quiero poner los ojos en la maldad que me rodea. No quiero nada con los desobedientes. ¡Odio todo lo que hacen! Me alejaré de los malos pensamientos y no participaré en nada malo. Destruiré por completo al que hable mal de su amigo; no soportaré a mi lado al que se crea más importante y más inteligente que los demás. Pero sí me juntaré con la gente obediente de este país; solo estará a mi servicio quien lleve una vida correcta. ¡Ningún mentiroso podrá vivir bajo mi techo! ¡Ningún hipócrita podrá estar en mi presencia! ¡Arrojaré de la ciudad de Dios a todos los malhechores! ¡No pasará un solo día sin que yo destruya a todos los malvados del país!
Salmos 101:1-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Alabaré tu misericordia y tu justicia; cantaré, Señor, salmos a tu nombre. Quiero entender tus perfectas enseñanzas. ¿Cuándo vendrás a mi encuentro? Así me conduciré con rectitud en mi hogar, y no pondré los ojos en la injusticia. Odio a los que actúan de manera torcida; no permito que ninguno de ellos se acerque a mí. Mantengo alejados a los de intenciones perversas; no tengo nada que ver con los malvados. Destruiré al que con malicia deshonre a su prójimo; no toleraré a los de mirada altanera y vanidosa. Me fijaré en los que son fieles, y conmigo vivirán; solo me servirán los que vayan por el buen camino. No habitará en mi casa quien cometa fraudes, ni se presentará ante mí ningún mentiroso. Por las mañanas borraré del país a todos los impíos, y expulsaré de la ciudad del Señor a todos los malvados.
Salmos 101:1-8 Biblia Dios Habla Hoy (DHH94I)
1 (1b) Quiero alabar el amor y la justicia; quiero, Señor, cantarte himnos; quiero vivir con rectitud. ¿Cuándo vendrás a mí? Será intachable mi conducta aun en mi propio palacio; no pondré jamás la mira en propósitos perversos. Odio a quienes son desleales a Dios; ¡jamás permitiré que se me acerquen! Alejaré de mí los pensamientos perversos: ¡no quiero hacer nada malo! Haré callar a aquellos que a escondidas hablan mal de su vecino; ¡no soporto al altanero y arrogante! Pondré mis ojos en los hombres leales, para que vivan junto a mí; solo estará a mi servicio el que lleve una vida recta. Para el tramposo no habrá lugar en mi palacio; ¡ningún mentiroso podrá estar en mi presencia! Día tras día reduciré al silencio a todos los malvados del país; ¡arrojaré de la ciudad del Señor a todos los malhechores!
Salmos 101:1-8 Biblia Reina Valera 1960 (RVR1960)
Misericordia y juicio cantaré; A ti cantaré yo, oh Jehová. Entenderé el camino de la perfección Cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. No pondré delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de los que se desvían; Ninguno de ellos se acercará a mí. Corazón perverso se apartará de mí; No conoceré al malvado. Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré; No sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso. Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, este me servirá. No habitará dentro de mi casa el que hace fraude; El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos. De mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, Para exterminar de la ciudad de Jehová a todos los que hagan iniquidad.
Salmos 101:1-8 La Biblia de las Américas (LBLA)
La misericordia y la justicia cantaré; a ti, oh SEÑOR, cantaré alabanzas. Prestaré atención al camino de integridad. ¿Cuándo vendrás, Señor, a mí? En la integridad de mi corazón andaré dentro de mi casa. No pondré cosa indigna delante de mis ojos; aborrezco la obra de los que se desvían; no se aferrará a mí. El corazón perverso se alejará de mí; no conoceré maldad. Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; no toleraré al de ojos altaneros y de corazón arrogante. Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo; el que anda en camino de integridad me servirá. El que practica el engaño no morará en mi casa; el que habla mentiras no permanecerá en mi presencia. Cada mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, para extirpar de la ciudad del SEÑOR a todos los que hacen iniquidad.
Salmos 101:1-8 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Cantaré de tu amor y de tu justicia, oh SEÑOR; te alabaré con canciones. Tendré cuidado de llevar una vida intachable; ¿cuándo vendrás a ayudarme? Viviré con integridad en mi propio hogar. Me negaré a mirar cualquier cosa vil o vulgar. Detesto a los que actúan de manera deshonesta; no tendré nada que ver con ellos. Rechazaré las ideas perversas y me mantendré alejado de toda clase de mal. No toleraré a los que calumnian a sus vecinos; no soportaré la presunción ni el orgullo. Buscaré a personas fieles para que sean mis compañeros; solo a los que sean irreprochables se les permitirá servirme. No permitiré que los engañadores sirvan en mi casa, y los mentirosos no permanecerán en mi presencia. Mi tarea diaria será descubrir a los perversos y liberar de sus garras a la ciudad del SEÑOR.